El pasado 1 de enero entró en vigor la reforma fiscal que afecta al IRPF y las retenciones en las nóminas para la Declaración de Hacienda en 2016. Entre estas reformas se incluye las que afectan a los arrendamientos de viviendas. Cambios que suponen nuevas fórmulas de calcular las retenciones tanto a propietarios como a los inquilinos.
- Propietarios. Se iguala la reducción por alquiler a todos los propietarios. La exención de impuestos se amplia para todos los propietarios, sea cual sea la edad del inquilino, en un 60% para los contratos firmados a partir del 1 de enero de 2015.
- Se mantienen las deducciones para el propietario por los gastos generados por el alquiler de la vivienda: seguro de hogar, gastos generados por el abono de la tasa de comunidad, amortización del inmueble, impuestos y tasas como el IBI, la tasa de basuras o los gastos de conservación.
- Los inquilinos que firmen nuevos contratos a partir de 1 de enero de 2015 no podrán disfrutar de la deducción por alquiler de vivienda. Los contribuyentes se podían deducir el 10,05% de las cantidades satisfechas en el período impositivo, siempre que su base imponible sea inferior a 24.107,20 euros anuales y hasta un máximo de 9.040 euros anuales, desde el 1 de enero de 2008.
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