La pesada digestión del mercado de viviendas en España para tocar a su fin. Después de cinco años de corrección aparecen las primeras señales de estabilización de un mercado que el pasado año registró una caída en las transacciones del 2,2%, frente al 11,5% de 2012. El cambio de tendencia del mercado laboral y el impulso de la demanda extranjera debería permitir que las ventas se cierren con una tasa de crecimiento positivo.
Con la demanda nacional en claro retroceso, el peso de las transacciones recae sobre el inversor internacional. Según el informe mensual elaborado por el servicio de estudios de La Caixa, las compras de extranjeros se centran en las provincias que cuentan con mayor número de segundas residencias. El 88% de las adquisiciones foráneas se localiza en el litoral mediterráneo y en las islas, regiones que acumulan más del 50% de stock de vivienda nueva sin vender.
Además, esta llegada de nuevos compradores ha propiciado la desaceleración de la caída del precio de los inmuebles, que ha dado impulso al cambio del ciclo inmobiliario en estas regiones, mientras que el resto del territorio continúa rezagado.
La evolución de las intenciones de compra de vivienda en los próximos 12 meses parece iniciar una tímida senda ascendente, aupadas por el cambio de tendencia del mercado laboral y las mejores perspectivas económicas. La importancia del turismo, las elecciones europeas y la salida de la crisis para las cotizadas españolas son otros temas incluidos en el informe correspondiente al mes de mayo.
VIA@expansion
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