Se pondrá punto y final así a un proyecto que debía estar terminado en 2008 pero que se ha ido retrasando
Después de años de tramitaciones administrativas y de meses de obras, el nuevo puente sobre el Ter será una realidad a partir de la próxima semana. La fecha de inauguración se ha fijado para la mañana del jueves 26 de marzo y está previsto que, entre otros, asistan el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Julio Gómez-Pomar.
El proyecto se empezó a gestar en 2005 cuando, con Anna Pagans de alcaldesa, se presentó el anteproyecto. La previsión era comenzar obras en 2007 y tenerlo terminado en 2008, calendario que no se cumplió. Finalmente, la construcción del puente se inició en 2010, cuando se empezaron a limpiar el cauce del río para levantar la infraestructura. Desde entonces, la fecha de puesta en funcionamiento se ha ido retrasando, ya que inicialmente se decía que estaría terminado el otoño de 2012.
Uno de los últimos obstáculos se dio en verano, cuando el puente estaba muy avanzado y ya se había empezado a asfaltar. Entonces, se detectó que había demasiados vibraciones para el volumen de tráfico que se prevé que tenga que soportar. Esto obligó a levantar el cemento y cambiar el forjado, lo que causó un nuevo retraso.
La obra, realizada y pagada por el Estado, tiene un coste superior a los 20 millones. Su misión es la de mejorar el acceso a Girona por el norte. La infraestructura permitirá que muchos vehículos no tengan que entrar en la ciudad si, desde el norte, quieren ir hacia Fontajau, el Trueta o tomar la salida de Girona Oeste de la AP-7.
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