Un hotel bajo el mar

Estamos seguros de que este alojamiento pasará a engrosar la ya de por sí larga lista de hoteles singulares en los que te gustaría dormir al menos una vez en la vida. La peculiaridad de esta única habitación es su situación, ya que está bajo el agua, literalmente. Pero no te preocupes, pues no tendrás que dormir con traje de neopreno y botella de oxígeno. Esta joya, diseñada por Genberg Underwater Hotels, pertenece al Manta Resort, un complejo de lujo en la isla de Pemba, en Tanzania. A unos 250 metros de la costa, esta pequeña casita de tres pisos tiene una azotea-trampolín en la que hay una cama al aire libre, un nivel intermedio con baño y terraza y, por último, la planta subacuática, en la que hay un dormitorio.









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