Además, van más allá y proponen mantener activa la función original del estadio, dedicando alguna parte de la venta de entradas para el mantenimiento de las casas residenciales. Aunque todavía es un proyecto, el atractivo y la curiosidad que despertaría vivir en un antiguo estadio, no tendría precio. No obstante, ¿sería viable? ¿Serían realmente habitables y cómodas estas viviendas? “Hay que evaluar las posibilidades reales de hacer algo así”, apunta Daniel Ropero, arquitecto de la Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la Universidad de Buenos Aires y miembro de Estudio Dream.
¿ REALIDAD O FICCIÓN ?
Esta maravillosa transformación sería posible para muchos arquitectos. “Si se concibe al estadio como una gigantesca estructura bastaría con desmontar graderíos y elementos adheridos”, afirma Javier Toro Caviedes, un arquitecto independiente de Valladolid. “Se añadirían nuevas escaleras y ascensores, así como instalaciones, aislamientos, cerramientos y divisiones interiores para obtener viviendas”, explica Toro. Su enorme tamaño permitiría insertar muchos tipos de vivienda: de uno, dos y tres dormitorios, lofts, estudios y dúplex…
“Como los estadios tienen mucha profundidad en sus niveles más bajos, imagino que se ubicarían las casas más grandes, con fachadas más estrechas y grandes ventanales”, razona este vallisoletano con 23 años de experiencia, “y a medida que se ascendiera de nivel las viviendas tendrían menos profundidad y por tanto serían las más pequeñas, aunque de nuevo tendrían fachadas estrechas”. Suministrarse de energía solar a través de placas fotovoltaicas sería la mejor opción en Brasil, al ser un país cerca del trópico con muchas horas de sol además, de usar cubiertas naturalizadas para aprovechar el agua de las copiosas lluvias.
DEMOLERLOS ¿ SI O NO ?
No obstante, también habría que analizar los inconvenientes… Aunque en un principio resulte muy atractivo, la monumentalidad de la construcción también causaría problemas: “Sería difícil de solventar el ruido en la parte interior porque un estadio es como una gran caja de resonancia”, reflexiona Toro Caviedes. Por su parte, Ropero cree que “sería complicado aprovechar todo el material del estadio, pues el 60% es hormigón o es acero conformado. Conllevaría una pérdida importante de recursos en el sentido quedarían muchas partes del mismo desperdiciadas”. También se mantiene el peligro de que se cree una falta de integración social a sus habitantes, donde se fragua un mayor porcentaje de delincuencia, y se convierten en una especie de guetos.
En otras ubicaciones de Europa, Sudamérica y África desde hace bastantes años se ha optado por derribarlos y sustituirlos por valiosas promociones de casas . El Estadio Råsunda en Estocolmo, donde Brasil ganó su primer título y Pelé se convirtió en figura mundial, se clausuró en 2013 y será demolido para construir una futura promoción de viviendas. El Stade des Charmilles de Ginebra, sede de cinco partidos de la Copa Mundial en 1954, también fue desmantelado en su mayor parte en 2002 y estadio español de San Mamés de Bilbao, donde jugaba el Athletic Club desde 1913 fue demolido en 2013. El antiguo campo donde jugaba el Southampton F. C. inglés del estadio The Dell, se reconvirtió en un conjunto de bloques de pisos que mantenía la forma del estadio original.
CASAS PERO SIN LOS ESTADIOS
Sin ir más lejos, existe un proyecto para tirar el antiguo estadio del Vicente Calderón y construir en su lugar 2.000 viviendas libres y dos grandes torres. Su excelente ubicación en el casco urbano resulta muy valioso desde un punto de vista residencial y comercial. “Es una buena ubicación en lo que se denomina el Pasillo Verde. Un piso de 90 metros cuadrados con calidades medias y plaza de garaje podría estar entre 2.500 y 3.000 euros por metro cuadrado, es decir, que valdría en torno a los 250.000 euros”, calcula Miguel Córdoba, profesor de Economía Financiera. Ya se reconvirtió la antigua Ciudad Deportiva del Real Madrid del Paseo de la Castellana en las Cuatro Torres más altas de Madrid dedicadas al alquiler de oficinas del Business Area. “El Real Madrid necesitaba un determinado nivel de ingresos para su cuenta de resultados, y el acuerdo sólo se podría materializar con esas cuatro torres”, admite Córdoba.
Aunque una posible renovación del actual estadio del Santiago Bernabéu no incluiría viviendas residenciales, cualquier local o residencia turística en esa ubicación tendrá un gran valor. “Están construidos en zonas céntricas de las grandes ciudades, ya que se construyeron hace más de 50 años, cuando todavía no se había producido el gran desarrollo de las grandes urbes. Si tienes un estadio en Arganda del Rey a nadie le va a importar lo que hagas con él”, agrega Córdoba. De hecho, como ya constató pisos.com, de recalificarse los 20 estadios de los clubes españoles de primera división, se podrían levantar viviendas por valor de 1.772 millones de euros, convirtiéndose en un negocio muy rentable. “La edificabilidad de un uso deportivo guarda una proporción con respecto al edificabilidad de un uso residencial para viviendas”, explica Toro Caviedes.
Habría que valorar los costes que supondrían tanto acabar con ellos y como construir en ellos. La acogida y las preferencias de la demanda potencial que habitará esas viviendas será crucial, así como de dónde venga la financiación. La disponibilidad del Gobierno de edificar estas casas asequibles o el interés de las promotoras privadas o cooperativas que calculen la proyección y el éxito que tendrán edificar promociones en su lugar definirán el proyecto final.
via@pisos.com
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