Sandra H. de 31 años ya está buscando con su pareja comprar un piso. Desde comenzó la crisis no se ha decidido a dar el paso, pero seis años después se pregunta si es el momento para comprar. “Cuando te pasas unos años viviendo de alquiler, te planteas si no será mejor destinar la renta mensual que voy a seguir pagando en esa misma casa para comprarla y que al final sea mía“, razona Sandra.
La comparación con el resto de casas del mercado local es imprescindible para saber si la que vivienda que nos interesa no está subida de precio. También hay que procurar mirar casas con las mismas características (superficie, habitaciones, plazas de garaje, etc.). Todos los profesionales inmobiliarios tienen estudiados los precios de su zona y seguramente será el primer consejo que recomienden. “Es clave analizar la oferta similar existente en el mercado de la vivienda. No obstante, si el inmueble es bueno, a medio plazo la compra será rentable seguro”, aconseja Nicolás Llari de Sangenis, director del departamento de activos bancarios de Savills.
2. ¿Se va a seguir rebajando?
“El precio hay que relacionarlo con la variable: cuando saques la fotografía del momento del mercado y del periodo económico se sabe cuándo es un buen precio. Cuando se compró una casa en 2007 fue acorde con los precios del mercado en esos años, por eso, la clave está en adelantarnos a lo que va a ocurrir en un futuro. Las estadística oficiales siempre van un poquitín por detrás de la realidad y la realidad es que la compraventa de viviendas de segunda mano está aumentando“, razona Jesús Duque, vicepresidente de Alfa Inmobiliaria.
Por eso, según la evolución natural de las estadísticas de precio de las zonas geográficas de España e incluso de las partes de una misma ciudad se puede estimar una evolución aproximada. Informarse previamente puede ser vital. Llari de Sangenis lo señala claro: “Determinadas zonas de interior, con baja demanda y producto mal definido las caídas se mantendrán años”.
3. ¿Van a subir de precio las zonas céntricas?
Las zonas céntricas siempre ha llevado la delantera, mostrando los primeros síntomas de recuperación. Su buena localización y su elevada demanda durante casi todo el año hacen que sus viviendas se encuentren en unas circunstancias privilegiadas. No obstante, el mayor inconveniente es que su compra no es tan asequible para los ciudadanos. En determinadas zonas de alta demanda se aprecian leves subidas respecto a 2013, no obstante, desde Savills afirman que la vivienda céntrica y antigua en las principales ciudades, pueda seguir bajando cuando las superficies excedan los 220 m², algo muy habitual.
4. ¿Que proyección tiene la segunda vivienda en la Costa?
Estas viviendas son las que más rápido se han ajustado de media desde que estalló la crisis. La compra de una segunda residencia en la playa ha pasado a ser una inversión muy secundaria para los españoles, que prácticamente ya no realizan. Pero es el comprador extranjero, además de los fondos de inversión internacionales, los que están dando aire a este mercado. La compra de apartamentos para el alquiler turístico es el principal incentivo de estos actores.
“En términos generales, datos del INE, a la segunda vivienda en la playa aún le queda recorrido por bajar, si bien muchos emplazamientos de costa con demanda internacional de nivel medio alto, ya tocaron suelo en 2013″, explica Llaris de Sangenis. Las zonas de primera línea de playa con elevado nivel de turismo durante todos los años serán siempre una buena inversión, como Mallorca, Ibiza, Marbella. No obstante, la costa también sus zonas más deprimidas donde no conviene comprar a pesar de una brutal rebaja: aquellos entornos de costa donde el stock excede a la demanda.
5. ¿En que punto se encuentra el segmento de lujo?
Este submercado, aunque parecía inamovible, también ha sufrido sus vaivenes con la crisis. Desde que estalló la crisis también ha rebajado su producto y esta misma razón ha sido la que ha incentivado que hayan repuntado las compras. “Las viviendas de más de 500.000 se empiezan a vender y la confianza está volviendo”, confirma Duque. “Las viviendas singulares, donde no se va a poder construir más, ya no tienen recorrido a la baja”, afirman desde la consultora. Este suele ser uno de los primeros mercados en recuperarse.
6. ¿Hace falta negociar?
Si la vivienda que queremos solo le hace falta la rebaja de un 20%, quizás se puede arreglar en la negociación. “Siempre hay que negociar los precios de oferta“, aconseja Duque, “negociar el precio consiste en comprarla lo más barato posible, aunque también dependerá del precio inicial que tenga”. Revisando los precios de los portales inmobiliarios, visitar agencias inmobiliarias o incluso, un análisis a pie de calle nos darán una idea aproximada de qué rebaja debemos conseguir.
7. ¿Que casa me puedo permitir?
Si el sueldo ronda 1.200 euros al mes y la casa deseada está en el centro de la ciudad, puede que no llegue el momento de comprar. Hay que mirar una vivienda acorde con nuestras posibilidades económicas, porque seguramente las rebajas del paso de los años no nos las dejarán a un precio asequible para nosotros. La limitación económica nos señalará la financiación que nos dará el banco y la casa que nos podemos comprar, que en este caso sería una de entre 60.000 y 100.000 euros, situada en zonas nuevas de la ciudad y no tan céntricas.
8. ¿Tienes necesidad de comprar?
Actualmente, nos encontramos en un mercado de necesidad, no de inversión ni de especulación. Si se encuentra el producto adecuado, a un precio asequible a nuestros ingresos y preferimos ver la vivienda como una inversión a largo plazo antes que invertirlo en rentas de alquiler, será el momento de dar el paso.
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