El campo, que ha costado nada menos que 270 millones de euros y cuya vida útil se limitará a los cuatro partidos que albergará de la primera fase del mundial, está situado en el centro de la selva amazónica –a más de 4.500 kilómetros de río de janeiro–, un lugar al que los aficionados únicamente podrán llegar en avión o tras un viaje de varios días a través del río más caudaloso del planeta
Esta circunstancia ha obligado a transportar por barco la mayor parte de los materiales de construcción con los que se ha levantado el estadio diseñado por el estudio de arquitectura alemán gmp, responsable también de otros recintos mundialistas como el estadio nacional de brasilia o el estadio mineirao de belo horizonte
Con lo que nadie parece haber contado a priori es con el futuro a medio y largo plazo de esta mega construcción. sin equipos capaces de sumar 42.000 almas en cada partido, el arena amazónica tiene un porvenir tan incierto que una de las pocas alternativas propuestas al gobierno local pasa por reconvertirlo en cárcel. de momento, esta curiosa petición de un magistrado del tribunal de justicia del amazonas ha sido denegada, pero quien sabe…
VIA@idealista
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