Una de cada cuatro nuevas empresas creadas en España está vinculada al ladrillo


El estallido de la burbuja inmobiliaria se ha llevado por delante a 13.000 empresas del sector inmobiliario y de la construcción y más de un millón de puestos de trabajo vinculados, directa o indirectamente, a estas dos actividades.

Han sido seis años de larga travesía por el desierto y de una auténtica sangría que ha dejado muchos cadáveres en la cuneta. Sin embargo, el tímido despegue que comienza a percibirse en la economía española en general y el renovado interés por el mercado inmobiliario español se ha trasladado al ámbito empresarial, siendo especialmente llamativo en las actividades inmobiliarias que, a pesar de la crisis, quiebras y concursos de acreedores, siguen jugando un papel muy importante dentro del tejido empresarial español.

Durante el mes de febrero se crearon en España 9.182 sociedades, de las cuales, 2.191 pertenecían al sector inmobiliario o de la construcción, según los datos recopilados por el Gabinete de Estudios Económicos de Axesor, es decir, el 23,85% del total o una de cada cuatro, un porcentaje y unas cifras en las que se lleva moviendo el sector desde hace seis años. Lo mismo sucede al echar un vistazo a las cifras acumuladas desde que comenzó el año. De las 17.169 sociedades constituidas en España entre enero y febrero de 2014, el 24,21%, o lo que es lo mismo, 4.159 fueron altas relacionadas con estos dos sectores.

No dejan de ser datos llamativos. Especialmente si tenemos en cuenta quedurante 2013 se produjeron en España nueve quiebras diarias de constructoras o inmobiliarias, según el Baremo Concursal de la consultora PwC. Cifras alarmantes si bien es cierto que, en la recta final de 2014 ya mostraban una ligera caída en los concursos de acreedores presentados por compañías relacionadas con estas actividades.

Entre las razones que explican este aparente resurgir del sector, Axesor destaca, precisamente, los movimientos empresariales relacionados con insolvencias que llevan a abrir una nueva sociedad bajo otro nombre y otros administradores para continuar la actividad y, por otra parte, el hecho de que se trata de un sector muy amplio con un gran número de empresas dedicadas a actividades muy especializadas, como instalación eléctrica, fontanería o acristalamiento entre otras, que pueden seguir prestante servicios a pesar de la caída general del boom inmobiliario. Asimismo, la firma destaca la capacidad de estos dos sectores para generar demanda en el extranjero y su calidad de bien y servicio exportable.

Un pequeño ejemplo de estas cifras son las agencias inmobiliarias que está experimentando un nuevo auge empresarial. En el último año ha pasado de contar con 17 enseñas y 938 establecimientos, a 20 y más de 1.000. Y también han pasado de generar 3.000 empleos directos a casi 4.300 y de requerir una inversión mínima de 29 a 31 millones de euros, según datos de Tormo Franchise Consulting.

También destaca el ladrillo en cuanto a la aportación de capital para la puesta en marcha de estos negocios. Así, en febrero se aportaron 86,79 millones de euros en actividades inmobiliarias y 58,27 millones en construcción, en total, 145 millones de euros que representan todo el dinero aportado para la constitución de nuevas sociedades que no fue absorbido por el sector financiero. Y ello a pesar de que ambos sectores sufrieron descensos significativos en el volumen de capital suscrito con una caída del 56,56% en el caso de las inmobiliarias y un 7,15% para la construcción
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