2014, ¿el año de la reactivación del crédito hipotecario?


Los bancos comienzan a tender la mano hacia el consumidor con ciertos ahorros y ganas de comprar casa.

Se venden pocas viviendas y muchas de las que se venden se pagan al contado. Pocos son los que se atreven a pedir un préstamo. O más bien a pocos son a los que se les puede conceder un préstamo hipotecario.

Ahora se ahorra más y se piden hipotecas de menos importe. Parece ser que al final nos hemos dado cuenta del riesgo financiero que implica pedir una hipoteca para nuestra estabilidad financiera personal.

Pero después de todo, el comportamiento al final es siempre el mismo. Buscar préstamos baratos. Es un comportamiento racional. Parece lógico querer pagar el menor interés posible si vamos a contraer una deuda con un banco. Por eso llegado al punto de pedir dinero prestado es ¿volveremos a ver préstamos hipotecarios baratos en 2014?


Desde siempre la deuda ha sido el motor que ha movido a los bancos. Es su forma de crear dinero. No necesitan a los bancos centrales. Es un negocio fantástico. Se crea dinero de la nada y genera unos rendimientos fabulosos que engordan la cuenta de resultados. El problema ha sido el riesgo desmesurado que se había asumido en la industria financiera durante la burbuja.

Ahora que se va normalizando la banca, muchos competidores que han quedado por el camino, han dejado un sistema financiero más concentrado. No sé si más robusto y competitivo, pero si menos disperso.

Y esos bancos supervivientes de la crisis necesitan dar hipotecas para ganar dinero. No sólo pueden vivir de comisiones. Necesitan vender seguros, que también les dejan jugosas ganancias, pero para eso siempre les ha ayudado mucho conceder hipotecas.
De modo que definitivamente 2014 sí que parece el año en que se va a producir una verdadera transformación en el mercado hipotecario. La banca saneada ha vuelto a desenfundar su armamento financiero y parece que puede desarrollarse una espiral competitiva en el mercado hipotecario. Una guerra de precios que puede llevar los diferenciales de las hipotecas a niveles del 1%-1,25% a finales de año.
Algunas fuentes del sector aseguran que es mejor dar ahora una hipoteca a un diferencial del 1,90% que esperar a bajar tarifas más adelante. Eso significa que ahora los bancos sanos que han sobrevivido a la crisis sí que van a pelear por el cliente y va a ser posible negociar precios.

Muchas entidades que han situado ofertas entre los préstamos hipotecarios más baratos del año como banco Santander y Bankinter, tienen autorización para rebajar precio por debajo de las condiciones estándar.

VIA@finanzas.com

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