Los activos inmobiliarios más tóxicos, imposibles de recuperar

Los créditos al promotor no transferidos a Sareb tienden a quedar fallidos y acabar en manos de los fondos


                         

Hace un año, las entidades financieras que habían recibido ayudas traspasaron a la Sareb el grueso de su exposición inmobiliaria, tantos de activos financieros vinculados al crédito promotor como inmuebles adjudicados. Pero quedaron en sus balances activos residuales que no cumplían con los requisitos contemplados en el traspaso. Que los créditos tuvieran un importe contable superior a 250.000 euros y de más de 100.000 euros en el caso de los activos adjudicados.
Cantidades que respondían a créditos concedidos para abordar pequeñas promociones o comprar terrenos en zonas alejadas de los grandes núcleos de población, o bien a viviendas usadas, en muchos casos muy deterioradas.

BFA-Bankia reduce riesgo al ladrillo

En el caso de Bankia y su matriz, Banco Financiero y de Ahorros (BFA), el importe bruto del crédito con finalidad inmobiliaria no transferido al banco malo se elevaba, al finalizar el ejercicio 2012, a más de 4.170 millones, mientras que los activos inmobiliarios quedaban cuantificados en 650 millones de euros.

Un año después, tras la aplicación de los criterios de contabilidad de refinanciaciones y reestructuraciones impuestos por el Banco de España, el saldo crediticio inmobiliario del Grupo BFA-Bankia se ha reducido por debajo de los 3.000 millones, y los activos adjudicados bajan ligeramente a 631 millones.

Si se hace el ejercicio de separar las cuentas de BFA de las de Bankia se observan coincidencias y también algunas diferencias sustanciales. Coinciden en ir rebajando el saldo de crédito vivo, pero no en el ratio de morosidad ni en los créditos dados ya como fallidos.

BFA, casi 100% de créditos impagados

La tasa de impagos de los casi 300 millones que los promotores adeudan a la matriz BFA se acerca al 100%, con tan solo un millón de euros al corriente de pago. El resto ya están calificados como dudosos o subestándar, camino de quedar como fallidos, como los 515 contabilizados al finalizar el pasado ejercicio. Muchos, pero 90 menos que los que había en 2012.

En el caso de Bankia sucede lo contrario. Su incremento de créditos al promotor dados de baja ha sido notable en un año, de casi el 53%, al resultar fallida deuda concedida por un valor de 675 millones de euros. No obstante, a diferencia de su matriz, lo que sí parece estar controlando Bankia es que ese número de fallidos no vaya a más, y se demuestra con la en más de diez puntos en el ratio de morosidad. Si en 2012, este era del 70%, en 2013 se ha rebajado a poco más de 59%.

Los fondos y las garantías

Provisionados en su totalidad estos créditos fallidos, el Grupo BFA-Bankia los está ofreciendo al mercado, sabedor de que las garantías que hay detrás de los mismos resultan de lo más apetecibles para los fondos de inversión.

En julio del año pasado, logró colocar 3 carteras de fallidos por un volumen de 1.354 millones de euros, y esta misma semana ha hecho lo propio con otras tantas carteras valoradas en 713 millones. En este caso, no fallidos, sino créditos en situación concursal y otros préstamos concedidos a pymes y particulares, que incluyen operaciones de crédito en situación de dudoso cobro, con y sin garantía real, relativas a pólizas, préstamos, líneas de descuento comercial y tarjetas de crédito.

Ajuste de CatalunyaCaixa

El ajuste realizado por BFA-Bankia, de acuerdo a los nuevos criterios de contabilización a los que ha obligado el Banco de España, también deberá reflejarlo CatalunyaCaixa, la otra entidad rescatada con mayor exposición al ladrillo, en la presentación pendiente de sus resultados al cierre del ejercicio 2013.

Datos que vendrán a apuntar un incremento de la tasa morosidad, muy por encima del 54,6% registrada en 2012, cuando 658 de los 1.204 millones de crédito promotor estaban en riesgo de impago, otros 546 se encontraban con los vencimientos abonados sin demora, y otros 377 millones ya se habían dado como fallidos.

También será interesante comprobar cómo ha evolucionado la cartera de activos de la entidad presidida por José Carlos Pla desde junio de 2013, para ver si se han incrementado aquellos 1.040 millones de euros brutos (apenas 380 netos tras las coberturas aportadas), y en cuanto lo han hecho. Y si, como entonces, los suelos siguen aglutinando más del 70% del portfolio de adjudicados.

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