El grifo de las hipotecas se empieza a abrir


La concesión de créditos todavía es baja.
Hay datos que hacen pensar en un posible cambio de tendencia en los próximos meses.
Los bancos están empezando a ofertar hipotecas, y a menor interés.


Las cifras no son las únicas que anuncian algo. Y, en esta ocasión, el mensaje lanzado es para bien de la economía real, la que perciben los ciudadanos. Los bancos han vuelto a colgar en sus escaparates ofertas sobre créditos hipotecarios. La apuesta no parece eventual. Algunos ejecutivos del sector financiero español han dado a entender hace escasos días que tendrá continuidad. "Por primera vez desde el inicio de la crisis, en 2014 subirá el crédito". "Prevemos una mejoría, una salida de la atonía en la financiación del consumo". La primera declaración corresponde a Emilio Botín, presidente del Banco Santander, y la segunda, a Juan María Nin, consejero delegado de La Caixa. Ambas se hicieron durante la presentación de los resultados correspondientes al cierre del ejercicio de 2013. 

Tanto el Santander como La Caixa han sido, junto con otras entidades, quienes han lanzado al mercado las primeras ofertas en 2014 para la concesión de créditos hipotecarios. Un hecho insólito en los últimos seis años. 

Con la crisis, el estallido de la burbuja inmobiliaria y la escalada de la morosidad a cotas históricas, los bancos habían cerrado a cal y canto la concesión de créditos. Ahora, las ofertas vuelven a los escaparates, con una rebaja en los tipos de interés en relación al periodo en el que era muy difícil acceder a la financiación tanto para los particulares como para las empresas.

¿Cuáles son los motivos de este aparente cambio de tendencia? Básicamente hay dos. El primero, y el más importante, es una estabilización de la economía. Aún estamos en crisis, pero varios indicadores hacen prever a los expertos que lo peor ha pasado. En segundo lugar, la necesidad por parte de los bancos de ampliar y mantener su base de clientes ante la pérdida de atractivo de algunos productos estrella como los depósitos, que han sido tradicionalmente la opción de inversión preferida por los pequeños ahorradores. 

La drástica caída de las rentabilidades de los depósitos está provocando la huida masiva de inversores hacia la búsqueda de alternativas. Así que los bancos poco a poco vuelven a abrir el grifo a los préstamos hipotecarios. 

Pero hay una notable diferencia a cómo lo hacían antes de la crisis. Ahora las entidades financieras exigen que el candidato tenga una elevada solvencia. Además, a cambio de la concesión, la vinculación del beneficiario con la entidad será muy elevada. En años anteriores a la crisis, bastaba con tener poco más que domiciliada la nómina para conseguir un crédito o préstamo. 

Con el arranque de 2014 han aparecido nuevas ofertas hipotecarias con unos diferenciales a la baja, algunos incluso por debajo del 2%. La mayoría está referenciada al euríbor a 12 meses –periodo al que se fijan la mayoría de los préstamos para vivienda–, que en el mes de enero cerró en el 0,562%. Los expertos vaticinan que se mantendrá sobre estos niveles a lo largo del ejercicio. Este es el primer aspecto a tener en cuenta a la hora de elegir un producto u otro entre distintas entidades financieras. 

El banco busca ante todo un pagador solvente. Por ejemplo, la nueva hipoteca de Santander, que publicita bajo el eslogan Por fin, nueva Hipoteca Santander, recoge un interés de euríbor más 1,99%, pero a cambio exige domiciliar la nómina o los seguros sociales –con unos ingresos mínimos de 2.500 euros mensuales–, nueve recibos trimestrales, el uso de tarjeta de débito y crédito, con un gasto mínimo de 500 euros al trimestre y seguro del hogar, que será gratuito el primer año. Si no se cumplen estas características, el tipo de interés subiría a euríbor más 2,99%. Por otro lado, y como ventajas, elimina las comisiones de apertura y cancelación. 

Exigencias y requisitos 
Las condiciones de la oferta de Santander para el cliente son similares a las que se encuentran ahora en el mercado. La mayoría piden la contratación de seguros de vida, de hogar, plan de pensiones y el uso de tarjetas de crédito con un consumo mínimo.

Segundo aspecto a tener en cuenta: debemos sopesar si compensan los intereses que nos ofrecen en la hipoteca con las exigencias y requisitos que recoge el contrato de vinculación con el banco.

Lo que se está notando también en estos primeros meses del año es que están apareciendo productos específicos para jóvenes. Kutxa mantiene, junto con el Gobierno de la Rioja, un programa de concesión de créditos para clientes de entre 18 y 40 años que quieran comprar su primera vivienda. Entre sus principales ventajas está el tipo de interés, que suma solo el 0,95% al euríbor a 12 meses. 

La Caixa es otra de las entidades con oferta específica en este momento para jóvenes: Hipoteca Zaragoza Joven, cuyo interés es de euríbor más 1,90%, y el beneficiario puede tener hasta 35 años. Lógicamente este producto, como el de la Kutxa, está sujeto a la adquisición de vivienda dentro de la comunidad correspondiente. 

Es evidente que estamos asistiendo a una nueva era para las hipotecas. Empezó a finales de 2013 y con el inicio del nuevo año la tendencia se está consolidando. De nuevo, los bancos están dispuestos a prestar dinero, a financiar a sus clientes, pero no a cualquier precio. Es el inicio de una recuperación, muy incipiente aún, que puede tener grandes cambios en el futuro. El terreno hacia la normalización será largo y arduo. Los préstamos para hipotecas cayeron un 68% entre 2008 y 2012, mientras que los destinados al consumo bajaron un 75% en el mismo periodo.

Proteger al consumidor 
La Unión Europea acaba de aprobar una directiva sobre hipotecas para evitar la concesión «irresponsable» de préstamos. Cada país tiene ahora un plazo de dos años para adaptarla a su propia legislación. El marco regulatorio refuerza la protección y los derechos de los acreedores y de los deudores. Los requerimientos de información y transparencia serán más elevados y se contempla la opción de la dación en pago. Cómo contratar un préstamo o una hipoteca Préstamo: La concesión de crédito, tanto hipotecario como personal, exige un acuerdo entre dos partes: el banco y el cliente. Para el contrato se tendrá en cuenta el importe, el plazo de la devolución y los intereses.

Beneficios: Sí, los hay. En las hipotecas hay deducción en el IRPF por inversión en vivienda habitual. Algunas Comunidades Autónomas tienen ayudas complementarias. Impago: Si se retrasa en los pagos acordados, tendrá que pagar intereses por demora, superiores a los acordados para las cuotas periódicas. Si el impago se prolonga, el banco podrá conseguir por vía judicial el embargo de sus bienes. Si hay avalista, se exigirá que este se responsabilice del pago.

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